Curso de PAI 2010

En este Blog se copiaran articulos y resumenes con informacion acerca de las vacunas incluidas en el Programa Ampliado de Inmunizaciones, para estudio y repaso de los alumnos, esperando que les sea de utilidad

viernes, 14 de mayo de 2010

Reacciones adversas a las vacunas

Las reacciones adversas o eventos adversos son tan antiguos como los primeros remedios utilizados en el tratamiento de las enfermedades. Todo producto con actividad farmacológica puede actuar como tratamiento, pero también como veneno. Ningún producto biológico o farmacéutico desarrollado hasta ahora es 100% seguro y 100% eficaz.

Las vacunas constituyen, además, un apartado especial: a diferencia de los demás fármacos, se administran a personas sanas para evitar enfermedades y por ello es necesario que las mismas no causen, como mínimo, más daños de los que podría ocasional la propia enfermedad; es decir, el beneficio obtenido debe ser mayor al riesgo de presentar una reacción adversa asociada a su administración. Por ello deben ser lo más seguras posible. Pero la mayor seguridad de una vacuna puede ser la causa de que ésta sea menos eficaz.

El desarrollo tecnológico en los últimos 30 años ha permitido la síntesis de nuevas vacunas con mayor eficacia y seguridad.

La seguridad de una vacuna se estudia durante todo su desarrollo: desde su evaluación in vitro en laboratorio, su aplicación en ensayos clínicos en sus diferentes fases hasta su autorización comercial una vez finalizada la Fase III, el estudio del producto es exhaustivo y los eventos adversos identificados en los estudios condicionarán la comercialización del producto y serán la base de la información en la ficha técnica de la misma. A pesar de las altas exigencias que se demandan a los laboratorios farmacéuticos, sólo el seguimiento posvacunación, una vez que ha sido aplicada a un gran número de personas, permitirá conocer la tasa real de reacciones adversas.

Todo programa de inmunización tiene como objetivo alcanzar la tasa más elevada de protección frente a la enfermedad inmunoprevenible con el mínimo riesgo de reacciones adversas. Solamente a través de la vigilancia permanente de estos eventos es posible conocer si existe o no causalidad de la vacuna y un episodio adverso acontecido.


Descripción y epidemiología: clasificación de las reacciones adversas.


Se considera evento adverso (EA) a cualquier incidente médico asociado a la administración de una sustancia medicamentosa o droga (p.e. una vacuna) de manera temporal, sin que exista necesariamente una relación causal entre ambos.
Una reacción adversa (RA) medicamentosa es cualquier efecto nocivo, no deseado y no intencional de una droga, que se presenta cuando la misma se utiliza a dosis normalmente usadas en los seres humanos para la profilaxis, diagnóstico, tratamiento de una enfermedad o para la modificación de una función fisiológica. En este caso, y a diferencia del evento adverso, existe una posibilidad razonable de que haya una relación causal entre el fármaco y la experiencia adversa. Las vacunas, como sustancia medicamentosa de indicación preventiva o terapéutica, están incluidas como causa de ambos conceptos.

Los eventos adversos (EA) incluyen tanto las reacciones adversas (RA) como los efectos adversos derivados de los errores de administración (ERRA), efectos nocivos, la intoxicación accidental o intencionada o no cumplimiento de la terapia farmacológica.

Por tanto, las reacciones adversas tras la vacunación pueden considerarse un tipo de evento adverso en el que se sospecha una relación causal entre la administración de una vacuna y el efecto observado.

A pesar de estas definiciones y a título práctico, utilizaremos el término REACCIÓN ADVERSA para hacer referencia a la clasificación global de las mismas en el contexto de las vacunas, sin establecer diferencias semánticas entre evento y reacción.


las reacciones adversas siguientes a la vacunación pueden clasificarse, en función de su causa
(OMS), en:

a. Reacciones inducidas por la vacunación (incluyendo reacciones alérgicas).
b. Reacciones debidas a errores de programa: errores en el almacenamiento, manipulación o administración.
c. Reacciones coincidentes.
d. Reacciones idiosincrásicas o de causa desconocida.


Reacciones inducidas por la vacunación

La finalidad de una vacuna es inducir la inmunidad por medio de la reacción del sistema inmunitario de la persona vacunada. Por tanto, es de esperar que su administración dé lugar a determinados efectos colaterales leves. Estos efectos, que han sido estudiados en fase de precomercialización, vienen recogidos en la ficha técnica de los diferentes preparados vacunales.

Una vacuna eficaz y segura reduce estas reacciones al mismo tiempo que induce la inmunidad máxima. En los diferentes capítulos de este manual, correspondientes a cada vacuna, se hallan recogidos de manera específica las diferentes reacciones adversas asociadas. Es muy importante que el personal implicado en la vacunación conozca cuáles son las reacciones adversas que pueden presentarse tras la administración de la vacuna y que pueden considerarse como reacciones normales u ordinarias a la misma. A través de este conocimiento pueden detectarse y diferenciarse otros eventos que pudieran aparecer: los eventos adversos inesperados. Éstos deben ser comunicados al registro de reacciones adversas de los Programas de Farmacovigilancia de cada comunidad autónoma, donde se evalúa la causalidad del evento y su relación con la vacuna aplicada.

Las reacciones inducidas por la vacunación pueden ser LOCALES y SISTÉMICAS, y a su vez pueden subclasificarse en COMUNES (Tabla 1), que suelen ser leves, y en RARAS (Tabla 2), que pueden ser más graves. Los efectos secundarios frecuentes suelen ser leves o moderados y sin secuelas permanentes. Rara vez se producen efectos adversos graves por la inmunización que puedan causar secuelas permanentes o constituyan un peligro para la vida. Los efectos que se producen de manera individual son impredecibles.






1 Diarrea, cefalea y dolores musculares.
2 Es probable que las tasas de reacciones locales aumenten con las dosis de refuerzo entre el
50 al 85%.
3 Para la vacuna antitosferina de células enteras. Las tasas para la vacuna antitosferina acelular son más bajas.


Fuente: WHO/V&B/00.36. Supplementary information on vaccine safety. Part 2: Background rates of adverse events following immunization.




Tabla 2.- Tasas basales de reacciones vacunales raras y graves




1 No hay reacciones (excepto la anafilaxia) cuando hay inmunidad ( aprox. 90% de los que reciben una segunda dosis); la convulsiones febriles son poco probables en niños mayores de seis años.

2 El riesgo de PPRV es más alto para la primera dosis (1 por 1400000-3400000 dosis) que para dosis posteriores y los contactos, 1 por 5900000 y 1 por 6700000 dosis, respectivamente.
3 Las convulsiones son de origen febril, principalmente, y la tasa depende de los antecedentes personales y familiares y la edad, con un riesgo más bajo en lactantes menores de 4 meses.
4 Los casos aislados sin denominador dificultan la evaluación de la tasa en niños mayores y
adultos, pero son sumamente raros (menos de 1 caso por 8000000 dosis).

Fuente: WHO/V&B/00.36. Supplementary information on vaccine safety. Part 2: Background rates of adverse events following immunization.




1) Reacciones locales

Reacciones locales comunes. Se caracterizan por dolor, tumefacción y enrojecimiento en el lugar de la punción. Son las más frecuentes, presentándose durante las primeras 48 horas tras la vacunación, y pueden variar de intensidad de forma individual. Ceden espontáneamente en 1 ó 2 días.

• Dolor.
• Enrojecimiento.
• Induración y edema, de intensidad moderada.
• Nódulo cutáneo, frecuente tras la administración de vacunas que contienen aluminio como coadyuvante. Puede persistir durante semanas y desaparece espontáneamente.
• Vesículas, en vacunados frente a la varicela, o pápulas, como la BCG, que a menudo causa una reacción local consecutiva a la vacunación que comienza a la segunda semana. La pápula se ulcera y cicatriza después de varios meses. La cicatriz queloide que deja es más común en las poblaciones asiáticas y africanas.
• Linfadenitis regional, con la aparición de una o más adenopatías de aproximadamente 1,5 cm. de diámetro.

Reacciones Locales Raras

• Absceso en el lugar de la punción, con presencia o no de fiebre (caliente o frío.
Puede ser bacteriano o micótico, con presencia de pus, signos inflamatorios, o estéril. Puede aparecer una linfadenitis supurativa local por fistulización de una adenopatía
axilar o cervical tras la vacunación con la BCG. Sucede con mayor frecuencia en
lactantes y puede ocurrir entre 2 y 16 meses tras la administración.
• Reacción local grave, enrojecimiento o inflamación en la zona de la punción que cursa con una o más de los siguientes signos: edema que sobrepasa la articulación más próxima, reacción local inflamatoria que dura más de 72 horas o que requiere hospitalización.
• Reacción de hipersensibilidad tipo III, de tipo retardado, por la formación de complejos inmunes por activación del complemento. Se caracteriza por lesiones cutáneas que aparecen horas después de la administración del antígeno vacunal. Cursa con una importante reacción local, con inflamación y dolor, y puede acompañarse de sintomatología sistémica.
• Reacción de hipersensibilidad tipo IV, retardada, de carácter celular, no humoral.
Aparece entre las 24-72 horas tras la administración del antígeno vacunal. Cursa con una importante reacción local pudiendo provocar en algunas ocasiones una zona de
necrosis. Se asocia a sustancias utilizadas como componentes de algunas vacunas
(coadjuvantes, antibióticos y agentes conservantes).

2) Reacciones sistémicas

Reacciones sistémicas comunes. son menos frecuentes que las reacciones locales. Se presentan en menos del 10% de los pacientes vacunados, salvo en el caso de la vacuna DTPe, donde la frecuencia de fiebre puede llegar al 50% de los casos.

• Fiebre
• Irritabilidad
• Dolor muscular
• Malestar general
• Cefalea
• Vómitos, diarrea, y otros síntomas no específicos.
• Erupción cutánea, en forma de exantema generalizado, de breve duración y de aparición tardía, o exantema polimorfo o urticarial.
• Artralgias, de predominio en articulaciones periféricas, de aparición tardía, normalmente de 1 a 3 semanas tras la administración del antígeno vacunal. Se resuelven espontáneamente en varias semanas.
• Adenopatías generalizadas.

Reacciones sistémicas raras. Son todavía menos frecuentes que las anteriores.

• Episodio de hipotonía-hiporreactividad, caracterizado por la aparición brusca de palidez o cianosis, hipotonía, fiebre, disminución del estado de conciencia o hipersomnia prolongada y colapso en las primeras 24 horas tras la vacunación. Es transitorio, con una duración de minutos u horas, y se resuelve espontáneamente sin secuelas. Se ha asociado con la administración de la vacuna DTPe.
• Llanto persistente inconsolable, asociado a gritos de estridencia atípica y de al menos 3 horas de duración. Suele presentarse en las primeras 24 horas tras la vacunación, puede durar minutos u horas y se resuelve espontáneamente.
• Osteitis y osteomielitis, secundaria a una sobreinfección bacteriana o asociada a la vacunación con BCG (“Becegitis”). Suele aparecer de 1 a 12 meses tras la vacunación.
• Enfermedad provocada por el agente vacunal: “Becegitis” diseminada por el BCG, se presenta entre 1 y 12 meses después de la vacunación. Es una infección locoregional o diseminada por la cepa vacunal Mycobacterium bovis. Parálisis poliomielítica relacionada con la vacuna antipoliomielítica oral, que se produce por la recuperación de la neurovirulencia de la cepa vacunal. Encefalitis consecutiva a la vacunación frente a la Fiebre Amarilla.
• Reacción de hipersensibilidad tipo I, en forma de reacción aguda anafiláctica que se produce en la primera hora tras la vacunación. Es consecuencia de la sensibilización previa a alguno de los componentes del preparado vacunal. Se manifiesta en forma de estridor y dificultad respiratoria por broncoespasmo, laringoespasmo y edema, que pueden poner el peligro la vida del paciente. La detección precoz a través de un adecuado diagnóstico y la actuación rápida a través de un tratamiento médico urgente pueden revertir la situación y evitar la muerte.
• Reacción de hipersensibilidad tipo II, que se manifiesta en forma de destrucción celular por anticuerpos citotóxicos producidos por inducción tras la fijación del antígeno a las membranas celulares (p.e. trombocitopenia asociada a la vacunación con DTPe o vacuna antisarampionosa).
• Reacciones adversas neurológicas.
o Parálisis aguda flácida post-vacunal: Comienzo agudo de una parálisis flácida entre 4 y 30 días después de recibir vacuna OPV o parálisis aguda flácida entre 4 y 75 días después del contacto con un caso vacunado permaneciendo con déficit neurológico 60 días o más.
o Síndrome de Guillan Barré (S.G.B.): Aparición brusca de una parálisis flácida simétrica y ascendente, afebril, con perdida sensorial, siendo característica la disociación albúmino-citológica en el líquido cefalorraquídeo.
o Parálisis facial.
o Meningitis: Aparición brusca de fiebre y signos meníngeos positivos. Los síntomas pueden ser similares a los de la encefalitis. El examen del LCR es muy importante para el diagnóstico.
o Convulsiones: De duración variable, generalmente inferior a 15 minutos y no se acompañan de signos y síntomas neurológicos focales. Las convulsiones pueden ser febriles, debiéndose descartar la causalidad etiológica de una infección concurrente) o afebriles, considerándolas secundarias a la vacunación si el paciente no había presentado crisis anteriormente sin fiebre o con temperatura inferior a los 38.5 ºC.
o Encefalopatías: Comienzo agudo, relacionada temporalmente con la vacunación. Se caracteriza por presentar al menos 2 de las condiciones siguientes:
ƒ Convulsiones.
ƒ Severa alteración de la conciencia de más de 1día de evolución.
ƒ Cualquier alteración de la conciencia o cambio de comportamiento que se produzca dentro de los 7 días posteriores a la vacunación.


Reacciones debidas a errores de programa: errores en el almacenamiento, manipulación o administración.

Son reacciones debidas a cualquier error en la conservación, almacenaje, transporte y administración de la vacuna. El conocimiento de los posibles errores de programa pueden ayudar a identificar la causa de las reacciones adversas (Tabla 3):


Tabla 3.- Errores de Programa y sus Consecuencias.




* La ineficacia de una vacuna es un “efecto” y no un incidente adverso, estrictamente hablando.


Fuente: WHO/V&B/00.36. Supplementary information on vaccine safety. Part 2: Background rates of adverse events following immunization.


Utilización de materiales o productos inmunizantes contaminados o en inadecuadas condiciones de conservación.
Puede provocar los siguientes accidentes adversos previstos: infección local, en forma de
abceso localizado en el lugar de punción; infección generalizada, en forma de septicemia, shock toxico y muerte; infección transmitida por vía hematológica, como hepatitis o VIH.

Errores de reconstrucción de la vacuna con el diluyente o reemplazo de la misma.
Puede provocar: absceso local por la agitación indebida, el efecto adverso asociado al producto administrado o incluso la muerte.

Inyección en el lugar equivocado, administración incorrecta en el lugar aconsejado y diferente a la vía aconsejada por el fabricante.
Puede provocar: Reacciones o abscesos locales, lesión del nervio ciático.

Transporte o almacenamiento incorrecto.
Puede provocar: reacción local por vacuna congelada, vacunación ineficaz por pérdida de la actividad del producto vacunal.



Reacciones coincidentes.


Se producen cuando la causa de la reacción adversa es coincidente con el acto vacunal. Ello significa que el accidente médico pudo haber ocurrido aunque el paciente no hubiera sido vacunado. La mejor evidencia para concluir que un evento adverso es coincidente, es que el mismo haya sido diagnosticado en personas que no han sido vacunadas.

Reacciones idiosincrásicas o de causa desconocida


Son reacciones que aparecen en un paciente tras la vacunación cuya causa no corresponde a ninguna de las tres mencionadas anteriormente y, por lo tanto, se desconoce la causa que las produce.




Actitud y profilaxis frente a las reacciones adversas vacunales.

Los profesionales sanitarios implicados en el acto vacunal deben conocer las reacciones adversas más frecuentes para poder identificarlos de forma precoz y poder adoptar las medidas oportunas lo más rápidamente posible.
Tres son las funciones básicas que deben desarrollarse desde la atención primaria de salud del niño en la vigilancia de los efectos adversos de las vacunas:

Función educativa, explicando a los padres y tutores los beneficios que se derivan de la vacunación, las enfermedades que previenen, alertando de los posibles efectos secundarios que pueden aparecer.

Función preventiva, conociendo las reacciones adversas más frecuentes para su correcta identificación y tratamiento, conociendo las contraindicaciones verdaderas para evitar posponer innecesariamente las inmunizaciones indicadas e identificar los pacientes con mayor riesgo de reacciones adversas o graves. Así mismo, deben tener la formación adecuada para la identificación de reacciones anafilácticas y urgencias asociadas a la administración de vacunas potencialmente tratables y para el manejo pertinente de las mismas.
Función de vigilancia, activa o pasiva, detectando eventos adversos inesperados, comunicándolos a través de los programas de farmacovigilancia.


Función educativa: información sobre seguridad de vacunas.



Los riesgos derivados del acto vacunal, aunque escasos y, en su mayoría, leves, pueden aparecer de forma impredecible. Por ello, los padres o tutores del paciente que recibe la vacuna deben conocer, además de los beneficios que puede aportar la inmunización activa a sus hijos, los efectos adversos que pueden aparecer tras la administración de la misma. Es necesario que disipen sus dudas o temores y se les debe alentar a preguntar todo aquello que necesiten para sentirse bien informados. Previo a la administración es necesario interrogar a los padres sobre el paciente para descartar la existencia de algún factor que contraindique la vacunación.

Los padres deben saber que:

o los riesgos de contraer una enfermedad grave por no administrar la vacuna son mucho mayores que el riesgo de que la vacuna produzca una reacción adversa importante.

o las vacunas pueden tener efectos secundarios, que varían en intensidad según el tipo de vacuna que se administre. Pueden ser locales (enrojecimiento, hinchazón o dolor en el lugar de la punción) o sistémicos (fiebre leve). Hay que advertirles que es normal que exista una ligera molestia durante varios días, que no debe ser motivo de alarma.

o deben consultarnos ante cualquier reacción importante o persistente que presente el paciente, para que podamos proceder a evaluarla y valoremos si puede existir relación con el acto vacunal.



Función preventiva: formación adecuada sobre las reacciones previsibles frecuentes y capacidad de actuación sobre las inusuales.

Las reacciones inducidas por la vacunación son, por lo general, difíciles o imposibles de prevenir por el personal implicado en el acto vacunal. El conocimiento de la existencia y de la frecuencia de aparición de los efectos adversos de cada vacuna por parte del profesional sanitario junto con el despistaje de la existencia de factores que la contraindiquen o nos exijan tomar precauciones, puede contribuir a disminuir el riesgo. Por ejemplo, la profilaxis mediante la utilización de antitérmicos y antiinflamatorios está especialmente indicada en aquellos pacientes que han presentado reacciones adversas en dosis previas de inmunización.

A diferencia de las reacciones inducidas por la vacunación, las reacciones debidas a errores del programa pueden limitarse o prevenirse en gran medida, dado que en su mayoría son producidas por errores humanos. Puede prevenirse mediante la capacitación debida del personal responsable de la vacunación, facilitándole su formación continuada, y el suministro apropiado y seguro del equipo de inyección.

Las reglas básicas para evitar los errores de programa son (OMS):

- Utilizar aguja y jeringuilla estériles para cada inyección.
- Reconstituir la vacuna únicamente con el diluyente proporcionado por el fabricante para la vacuna.
- Desechar la vacuna reconstituida después de 6 horas y nunca conservarla durante toda la noche.
- Utilizar un refrigerador específico para el almacenamiento de las vacunas, ya que éstas
deben permanecer a temperatura constante y reiteradas aperturas del refrigerador podrían alterar sus cualidades, usando uno diferente para almacenar los fármacos y otras sustancias.
- Capacitar y supervisar adecuadamente al personal implicado para que observen las prácticas seguras de inyección.
- Investigar cualquier error de programa para que éste no se repita.





Función de vigilancia: registro de vacunas, farmacovigilancia, notificación de reacciones adversas.

El registro de vacunación constituye una de las fuentes de datos primarios del sistema de información sobre inmunización. Su función es conocer el estado vacunal del paciente, permitiendo evaluar correctamente las vacunaciones y así reducir los casos de calendarios vacunales incompletos. Así mismo, sirve como historia vacunal del paciente y permite transmitir información entre los diferentes profesionales sanitarios.

La Farmacovigilancia tiene como objeto la detección, verificación y cuantificación de las reacciones adversas a los medicamentos, minimizando así los riesgos derivados de la administración de un producto farmacológico. Esto permite establecer medidas reguladoras en caso necesario, además de ofrecer información a los profesionales sanitarios y al público en general sobre la naturaleza de los eventos detectados tanto en las fases de desarrollo clínico del producto como durante la fase poscomercialización.

El Sistema Español de Farmacovigilancia (SEFV), coordinado por el Ministerio de Sanidad y Consumo, es el órgano interterritorial integrado por administraciones sanitarias autonómicas, por Centros Regionales de Farmacovigilancia (CRFV) y por la División de Farmacovigilancia y Farmacoepidemiología de la Agencia del Medicamento, conectado con el programa oficial por la Organización Mundial de la Salud.
Su función es recopilar y elaborar la información sobre reacciones adversas medicamentosas. Los profesionales sanitarios deben comunicar los efectos adversos que pudieran estar en
relación con la administración de un medicamento. Para ello disponen del sistema de
Notificación Espontánea de Reacciones Adversas, o "Tarjeta Amarilla", que consiste en un formulario elaborado para recoger las notificaciones de sospecha de reacciones adversas. Se basa en la notificación voluntaria, por parte de los profesionales sanitarios, de cualquier
sospecha de Reacción Adversa observada en relación con el empleo de los medicamentos.
Bibliografía

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1 comentario:

  1. Independientemente de si recibe tratamientos orales diarios o futuros de almacenamiento inyectable, requieren visitas al servicio médico para el tratamiento farmacológico y la vigilancia de la seguridad y la respuesta. Si los pacientes reciben un tratamiento lo suficientemente temprano, la esperanza de vida es casi normal, siempre y cuando el tratamiento exitoso continúe antes de que ocurra demasiado daño al sistema inmunológico. Sin embargo, cuando los pacientes interrumpen el tratamiento, el virus regresa a niveles más altos en la mayoría de los pacientes, a veces asociados con enfermedades graves, porque lo pasé e incluso aumenté el riesgo de muerte. El objetivo del tratamiento del orum es continuar, pero creo que mi gobierno ha fabricado millones de medicamentos ARV en lugar de encontrar una cura. para la terapia continua y el seguimiento. ARV solo no puede tratar el VIH porque es una célula de memoria CD4 de muy larga duración entre las células infectadas y posiblemente otras células que actúan como reservorios a largo plazo. El VIH puede esconderse en estas células sin ser detectado por el sistema inmunológico del cuerpo. Por lo tanto, incluso si el ART bloquea completamente las rondas de infección posteriores de las células, los reservorios infectados continúan antes del inicio del tratamiento, y el VIH de estos reservorios regresa si se detiene el tratamiento. El tratamiento con Ebilir ”puede significar una cura para la destrucción, lo que significa que el VIH puede permanecer en las células del reservorio, pero se eleva a niveles altos, se previene después del cese del tratamiento, elimina completamente el cuerpo del virus del reservorio o un tratamiento funcional contra el VIH. Cree que la enfermedad de Parkinson es una esperanza para las personas que sufren esquizofrenia, cáncer, escoliosis, fibromialgia, fluoro-toxicidad
    Síndrome Fibrodisplasia Ossificans Progressiva.Fatal Insomnio familiar Factor V Leiden Mutación, Epilepsia Enfermedad de Dupuytren, Tumor desmoplásico de células redondeadas Diabetes, Enfermedad celíaca, Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, Síndrome de fatiga crónica, Síndrome de amidis cerebral. Enfermedad de Alzheimer, carcinoma adrenocortical. Alma, enfermedades alérgicas. El VIH, el herpes, la enfermedad intestinal inflamatoria, la enfermedad, la diabetes, la hepatitis, Tasha y yo hemos leído en línea cómo tratar a Tara, así que hablé con él a través de drituaherbalcenter@gmail.com. whatsapps +2348149277967 Creo que fue fácil durante dos semanas, tomé remedios a base de hierbas y pensé que el Dr. Itua no era muy bueno. ¡Sí lo es! Le agradezco mucho, así que te haré saber si estás sufriendo una enfermedad.

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